El periodismo freelance emerge como sinónimo de oportunidad para los profesionales de la comunicación. La convergencia actual de las tecnologías multimedia y la conexión a Internet hace posible emplear un smartphone o un ordenador como el instrumento perfecto para desarrollar la labor de un periodista. La figura del comunicador independiente es cada vez más frecuente con el auge y desarrollo de estas innovaciones informativas. Sin embargo, la ley de oferta y demanda de los medios de comunicación no navega al nivel de gasto económico que generan los viajes de estos profesionales. Así, nos enfrentamos a una dialéctica entre un nuevo modelo emergente y un mundo basado en la sobreinformación, que infravalora cada vez más el valor del profesional autónomo.

ASIA

Arista 1. Periodista gráfico

Arturo Rodríguez

“Cuando me comunican que he ganado dos World Press Photo, yo estoy dando yeso en las paredes en el Puerto de la Cruz (Tenerife)”

Arturo Rodríguez comenzó a trabajar para varios medios de forma independiente. Hasta que, en palabras propias, creyó alcanzar su “cenit profesional” al ser contratado por Associated Press para cubrir los flujos migratorios desde Canarias. Tras unos años trabajando para ellos, recibió un despido desde Londres bajo la frase “ya no queremos más fotos de negros”, lo que le devolvió a la vida del desempleado. Ante esa situación, Rodríguez se emergió en la travesía del periodista independiente. El fotógrafo afirma que el mundo freelance “te proporciona autonomía, puedes decidir qué hacer, a qué dedicas tu esfuerzo, profundizar más en cualquier tema que elijas”. Esta manera emergente de concebir la profesión dota de libertad y autogestión a la labor periodística. El sistema tradicional de construcción de la información es cada vez más complejo e individual, en cuanto a su producción se refiere. En este sentido, el profesional se marca sus propios tiempos.

En sus inicios, estudió Imagen y Sonido en las Islas Canarias, luego se trasladó a la capital española. Una vez allí, comenzó sus estudios en el Centro de Estudio y la Imagen (CEI) con el fin de formarse en el fotoperiodismo. Después de más de una década como autónomo, el entrevistado no se plantea volver a trabajar de forma exclusiva para un solo medio. Sus planes de futuro son continuar con sus historias y tratar de venderlas como ha hecho hasta ahora. En esta línea, el comunicador apunta “prefiero centrarme en otros temas que están más olvidados, porque me interesan más. El periodismo del día a día que está muy bien para muchísimas cosas, se me ha hecho un poco monótono”.

Arista 1. Periodista gráfico

Cómo trabaja un freelance

Arturo Rodríguez cuenta que siempre se ha encontrado con obstáculos para vender los temas que le gustaría. “Como persona, tienes unos intereses que no tienen por qué coincidir con la línea editorial de ningún medio”. Como freelance lo ideal es combinar valores con la empresa informativa, una conexión entre el trabajador y el medio. El objetivo es crear un producto que se adapte a la manera de trabajar de cada periódico, televisión o radio. En este sentido, intentar vender cada vez a un medio diferente complica la manera de afianzar su relación con la empresa. Rodríguez apunta que “si se traza unos clientes fijos el proceso se simplifica, ellos saben cómo trabajas y tú, qué le interesa a un medio determinado. Ya sabes qué es lo que quieren, cómo lo quieren”.

Arista 1. Periodista gráfico

El valor de la imagen

Arturo Rodríguez señala la escasez de asignaturas relacionadas con la fotografía en España. Frente a ello, advierte que “las regiones extranjeras que cuentan con educación pública en las escuelas valoran mucho más la fotografía. En este país prácticamente no hay fotografía en la enseñanza libre, mientras en otros lugares sí se da cabida a la fotografía institucional. Incluso en Myanmar, una región tercermundista entre comillas, tienen la fotografía en la enseñanza pública, como aquí se tiene la música. Esto hace que la sociedad, los periodistas e incluso quienes dirigen los medios sean analfabetos visuales”.

El fotoperiodista advierte que esta falta de concienciación fomentada desde los sucesivos “ministerios de Educación, que dan por hecho que la radio y la fotografía están muertas, dejan a un lado el análisis y no ven la importancia que tiene la imagen en las redes sociales”. Este afán de menospreciar lo visual hace que dentro de los propios medios de comunicación se valore menos el peso de la fotografía. “Vivimos en un mundo hipervisual, donde la fotografía tiene gran valor. Su democratización ha llegado con la irrupción del smartphone, ahora todo el mundo hace fotos, es algo que debería estar presente en la educación. Cada vez se lee menos y se consume más imagen, es una pena también provocar un periodismo de Fast food, en el que lees el titular, ves la foto y ya te haces una idea”, sentencia Rodríguez, para luego concluir en que “se debe enseñar a interpretar la imagen. Es como si tuviésemos, periodistas y escritores y no nos enseñaran a leer”.

Arista 1. Periodista gráfico

Cómo vender a los grandes medios

El punto clave de un periodista es su agenda de contactos. Arturo Rodríguez apunta el valor del uso de las fuentes, en su caso, de las amistades dadas en diferentes festivales de fotografía, trabajos o estancias en países asiáticos. Él mismo ha protagonizado viajes a ferias entre Asia y Europa que le han permitido hacer crecer sus proyectos. “Colocar los reportajes es de las partes más complicadas de esta profesión y de las que menos se habla. Yo nunca toco en las puertas de un medio. Voy a lugares y allí hago contactos con los editores, enseño mi portfolio, que eso no sirve absolutamente para nada, pero luego están las cenas y las copas por las noches, que es cuando realmente se cierran las cosas”.

Arista 1. Periodista gráfico

Proyecto actual

“Me fui a Asia porque para mí era como otro planeta, lo más exótico. Luego al investigar un poco vi algunos reportajes sobre Myanmar, sobre la producción de Azafrán, leí sobre Corea. Vi varios puntos de bastante interés en la zona. En Tailandia, por ejemplo, un lugar que todos vemos como un paraíso turístico, hay muertos todos los días, pero no se oye en ningún lado. Empecé a investigar y me di cuenta que era barato ir ahí, hacía viable que pudiera ir. Me puse un horizonte de dos años sin ganar dinero, que era para lo que me daba lo que tenía ahorrado. Si en dos años no podía más me regresaba”.

Grupos étnicos de Myanmar (Asia). Imagen tomada por Arturo Rodríguez

Desde su aventura como freelance en Asia, el artista inició un proyecto muy personal, con el objetivo de reflejar la diversidad étnica y racial. “Esto surge cuando empiezo a atisbar todos los problemas que acontecen en el país, me doy cuenta de que casi todo viene por un desconocimiento del vecino. Por miedo a lo desconocido. Hay 135 grupos étnicos en el país, 100 lenguas diferentes y prácticamente todas las religiones del mundo. Al final, el ser humano teme lo que desconoce, se critican entre unos y otros.

Así, se han generado las guerrillas paramilitares y riñas tribales. Para aportar mi granito de arena, decidí fotografiar todos los grupos étnicos del país, pero acercándome de una manera en el que se viesen sus diferencias morfológicas y culturales. Mi objetivo era demostrar que al final todos somos buenos e iguales”, concluye Rodríguez.

A causa de problemas con la justicia del país por unas fotos que tomó durante unas manifestaciones en el proceso de democratización, se encuentra en la lista negra de periodistas de Myanmar. Y ya no ha podido entrar más. A falta de 15 de los 135 grupos étnicos que conformaban su proyecto en el país se vio de manos atadas. En la actualidad, ocho años después pudo continuar su proyecto, su colaboración con Fujilfilm Japón ha permitido que el trabajo renazca de una manera diferente: “He decidido hacer lo mismo por todo el sureste asiático, que son nueve países más”. Su fin es reunir a cinco grupos étnicos de estos lugares, la etnia mayoritaria y cuatro minoritarias, para producir un libro, una exposición y tratar de publicarlo.

Arista 1. Periodista gráfico

El periodismo de conflicto

..El truco para poder abastecer gastos es no firmar en exclusiva con ningún medio. Narra el entrevistado que eso lo aprendieron más tarde tras llamar a la puerta de grandes empresas españolas. “Un amigo y yo hicimos un trabajo sobre los rohingya, un grupo étnico del sureste de Myanmar, cuando comenzó su persecución en el año 2012. Mi amigo comenzó a llamar a medios en España para ver dónde se podía colocar y la respuesta de ABC fue “Birmania queda muy lejos”, El País dijo que nos pagaría 50 euros para repartir entre mi compañero y yo. Mi amigo colgó el teléfono”.

Sin embargo, con una buena gestión y sin firmar en exclusiva “el dinero da para abastecer los gastos”. La primera vez que vendimos a un medio tailandés, Bangkok Post, nos pagaron 500 dólares para los dos. El sueldo medio de un periodista en Bangkok es de 400. Es como si en España pagasen 3.500 o 4.000 euros por un reportaje, la realidad es que pagan 200 o 300 euros”.

Arista 1. Periodista gráfico

Ganador de dos World Press Photo

Después de haberse sentido en el punto más álgido de su carrera profesional con su contrato por Associated Press y de toparse de bruces con la realidad, recibió la llamada que cambió de nuevo el rumbo de su vida. “Cuando me comunican que he ganado dos World Press Photo, yo estoy dando yeso en las paredes en el Puerto de la Cruz. Porque me han dicho unos meses antes de la agencia para la que trabajaba que ya no estaban interesados en lo que estábamos haciendo en Canarias sobre la Inmigración”.

Fotografía de Arturo Rodríguez ganadora del World Press Photo

El periodista gráfico fue premiado por dos fotografías, coincidía que era la única vez en 50 años que ocurría que daban dos galardones a la misma persona por un mismo tema, la inmigración. “Aquí fue la segunda vez que pensé que estaba en el top de mi carrera. Pero me equivoqué de nuevo. Fue un día espectacular, fueron unos meses de estar en una nube. Al fin y al cabo, es el premio de fotografía más importante del mundo. Entonces te llamaban de la agencia, amigos, periodistas de todos lados. Recuerdo llamar a mi padre para contárselo y echarme a llorar por teléfono”.

Tras la doble retribución, confiesa que “todo esto se va apagando, pero siempre están ahí los dos World Press Photo, nunca viene de más tenerlos en el currículum. Me llaman para dar charlas, talleres y me pagan por ello, ahora Fujifilm me facilita todo el equipo gratis porque se han fijado en mi trabajo. Al final todo es una consecuencia de ese premio, pero es un proceso muy lento. No te llama el New York Times para pedirte que seas editor jefe, a mí por lo menos no me ha pasado eso”.

África

Arista 2. Periodista recién graduada

Natalia G. Vargas

“Yo me propongo voluntaria para acercar la realidad a quien quiera escucharme”

Ante la precariedad laboral y el paro que envuelve al sector de la comunicación, son cada vez más los estudiantes que, al acabar la carrera, deciden embarcarse en la aventura del mundo freelance. Las dudas y la desinformación sobre este sector de la comunicación en pleno apogeo provocan un clima de incertidumbre entre jóvenes profesionales que desean conocer, en mayor medida, las realidades ocultas del periodismo.

Arturo Gómez Quijano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, considera necesario ampliar las horas dedicadas a la materia dentro de la institución. Para ello propone “una asignatura transversal o un taller” con el fin de acercar a los aprendices los entresijos de este ámbito de la profesión. A pesar de que aconseja a los alumnos que conozcan primero diferentes ámbitos de periodismo, considera la salida freelance como una experiencia pronta e inevitable. Así, apunta que no es una opción para todo el mundo, ya que las condiciones del área exigen que el estudiante posea vocación y unas destrezas singulares.

Un claro ejemplo de ello es Natalia Vargas, periodista recién graduada por la Universidad de La Laguna. En su primer año en el mundo laboral consiguió embarcarse en el sector autónomo a pesar de su temprana trayectoria profesional. De esta forma, la joven de tan solo 22 años ha logrado hacerse un hueco dentro del panorama de los medios de las Islas Canarias, además de experimentar el periodismo freelance en primera persona.

La oportunidad llama a su puerta una vez finalizado el grado de Periodismo. José Naranjo, profesional de la información con amplia experiencia en la cobertura informativa sobre el norte de África, fijó su atención en ella tras el reportaje Sin noticias de África, escrito por Vargas para la Revista 360. En el encuentro realizado en Gran Canaria a colación de la segunda edición de la publicación, el experimentado freelance le propuso a la recién graduada colaborar con él en un viaje por el continente africano. Las ganas de conocer las realidades ocultas del continente y la voluntad de aprender a hacer periodismo desde una perspectiva distinta llevaron a Vargas a aceptar la propuesta y comenzar su hazaña profesional en Senegal. En la actualidad, trabaja como redactora para Canarias Ahora, un medio asociado a eldiario.es.

Arista 2. Periodista recién graduada

Experiencia como periodista autónoma

El paso previo a la travesía fue el de ahorrar una cantidad de dinero suficiente para subsistir en el país magrebí. Para ello, Vargas trabajó durante su primer verano como periodista en el puesto de redactora en La Opinión de Tenerife. Allí consiguió el dinero que necesitaba para alcanzar su sueño. La joven periodista apunta haber tenido demasiada suerte. “El camino se gestó para que yo acabara siendo freelance en África”.

La joven comenta su pasión por la dinámica del ritmo de esta labor. El trabajo bajo el precepto del periodismo sin un itinerario provoca que “te organices como quieras porque no trabajas por horarios sino por objetivos”. A diferencia del clásico modelo de comunicación con una jornada laboral fija, el periodista autónomo goza de una particularidad a su favor. Ello va ligado de forma directa a la inspiración que es, según la entrevistada, uno de los aspectos claves de esta cuestión, “no siempre tienes la misma predisposición, si cumples con tus objetivos da igual la hora a la que quieras trabajar”, apunta.

Un segundo punto a tener en cuenta es la organización. Este aspecto es de especial importancia ya que Vargas recalca que “en mi caso, por ejemplo, si tenía que trabajar desde Gambia o desde Cabo Verde es necesario organizarlo todo para que esté todo listo en el momento de hacer el reportaje”. Por ello, la periodista asegura que “lo importante no solo en el periodismo, sino en cualquier trabajo que te lo permita, es que la persona sea la que, con responsabilidad, se organice a sí misma”.

Dentro de las ventajas de ser freelance destaca la capacidad de independencia del profesional de la información. De esta manera, Vargas manifiesta que “puedes escribir sobre lo que quieres. Tú decides si quieres dedicarte a temas sobre África, cultura o migraciones. Tú eres tu propio jefe”. Ello se une, según la periodista, a la autonomía a la hora de enfocar las noticias: “puesto que decides cómo quieres plasmarlo. La libertad es la gran ventaja del periodista freelance”.

Natalia G. Vargas en Thiés (norte de Senegal)

Tras haber gozado de una experiencia de tales dimensiones, Vargas considera necesario aprovechar la oportunidad “porque no sabes cuándo podrás dedicarte a ello”. Las limitaciones impuestas a largo de la vida personal impiden, en muchas ocasiones, que “puedas irte de pronto a Tailandia y practicar la profesión desde un punto de vista distinto”. De este modo, manifiesta que la ilusión con la que se sale de la facultad y las altas expectativas sobre lo que eres capaz de hacer dentro de la profesión hay que aprovecharlas.

 Sin embargo, la temprana incorporación al sector no debe ir unida de la falta de experiencia por parte del periodista: “tienes que asegurarte de que el trabajo que vas a hacer es bueno, y yo creo que a las personas a las que realmente les gusta el periodismo aprovechan su formación y están capacitadas para ello”. Para concluir, comenta que al recién graduado no le retiene nada y anima por tanto a aquellos que salgan de la facultad a embarcarse en la aventura: “No se pierde nada, son experiencias lo que vas a ganar”.

Arista 2. Periodista recién graduada

recomendación para los recién graduados

De la aventura destaca la capacidad para conocer los límites de cada uno y afrontarlo a través de la ilusión por conocer cosas nuevas y el gusto por lo que se hace: “al final siempre eres capaz de hacerlo”. Vargas asegura que “me demostré a mi misma que yo sola soy la que se pone las fronteras”. Además, la oportunidad del ámbito autónomo le permitió “abrir los ojos a un universo mucho más grande al que puedes tener aquí”. Como consejo para los jóvenes estudiantes que deseen embarcarse en esta nueva dinámica laboral recomienda que hay que hacer frente a aquellas personas que intentan frustrar los sueños de los demás. Sin embargo, no duda al afirmar que se trata de una oportunidad única: “si sales de la facultad y no tienes ningún tipo de atadura, si tienes ilusión eres capaz de hacerlo”. Aunque hay que hacer frente a diversas adversidades, la experiencia aporta cosas positivas y “conoces a personas que en otro contexto no podrías conocer”.

Arista 2. Periodista recién graduada

PLanes de futuro

A pesar de que el gusto por conocer nuevas culturas y estar cada día en un sitio diferente, Natalia Vargas aprecia, a su vez, la estabilidad de la redacción convencional. En la actualidad, el clásico modelo de hacer periodismo en la delegación de eldiario.es, Canarias Ahora, le permite “aprender, además de tener la suerte de escribir lo que quiera”. De esta forma, la joven manifiesta que “si le propongo a mi director hacer un reportaje sobre una aldea del norte de Senegal, voy a poder hacerlo”. Sin embargo, no rechaza la posibilidad de volver a las andadas del freelance en un futuro y poder visitar lugares y escribir historias que en el momento no pudo hacer.

Arista 2. Periodista recién graduada

Aspiraciones como periodista

Natalia G. Vargas en Saint Louis (norte de Senegal)

Una vez salió de la facultad, Vargas tuvo claro que papel quería tomar dentro del periodismo, ocupar un cargo importante dentro de la profesión. Más allá del habitual puesto como jefa en un medio de comunicación convencional, la joven busca traspasar fronteras y lograr otros objetivos.

Una de sus mayores metas es lograr poner sobre la mesa cuestiones de las que nadie habla: “no quiero ser yo la protagonista, sino que quiero que la gente que hasta ahora no ha tenido visibilidad en los medios, empiece a tenerlo”. La voluntad de romper con los estigmas intrínsecos en el entendimiento colectivo es, para Vargas, una obligación moral: “mis aspiraciones como periodista son ocupar un puesto importante en cuanto a valores. Si nadie quiere, ese no es el problema. Yo me propongo voluntaria para acercar la realidad a quien quiera escucharme”.

EUROPA DEL ESTE Y ASIA

Arista 3. Periodista especializada en derechos humanos

Ana Salvá

“Creo en el periodismo como una herramienta para dar a conocer la desigualdad y las injusticias”

Ana Salvá, periodista mallorquina especializada en género y derechos humanos, entiende que el periodismo freelance es una “carrera de desgaste absoluto, que en ocasiones se suele hacer bastante dura, aunque merece la pena por la libertad y la independencia que supone”. El periodismo autónomo permite que personas como Salvá puedan dar cobertura a aquellas informaciones que trascienden en lugares más alejados y excluidos de la agenda setting. La periodista ha recorrido el continente asiático durante casi una década y colabora con diversos medios internacionales y estatales. Entre ellos, El País, El Periódico, The South China, The Diplomat o Al Jazeera.

La ciudad tailandesa de Bangkok fue el lugar que le abrió camino en su trayectoria profesional y que le permitió hacer realidad su sueño, el de contar historias que fueran capaces de dar voz a las inmoralidades sociales. Focalizó su interés por Asia y comenzó a viajar por la India durante varios meses hasta que consiguió escribir por primera vez para un periódico local. Para ella, China, Tailandia, Nepal, Camboya y Vietnam, entre otros países asiáticos, tenían un punto en común, la necesidad de contar las experiencias de todas aquellas mujeres que se encontró por el camino. Su pasión por viajar y por el periodismo internacional, sumado al contexto de crisis enmarcado en España, fueron el pistoletazo de salida de una carrera profesional basada en la autonomía.

La comunicadora entiende el periodismo como una herramienta para dar a conocer la desigualdad y las injusticias. Se introdujo de lleno en el ámbito freelance porque consideraba que era la manera más eficiente de dar voz a las minorías étnicas asiáticas. La libertad que aporta el periodismo freelance es sustancial en comparación con la agenda marcada por los medios de comunicación. Según Salvá, es complejo hacerse un hueco en el mundo de la autonomía periodística. “Es necesario tener muchos ahorros, cosa de la que carecía yo al principio, y se me hizo bastante duro”. Aunque resalta que lo más importante para adentrarse en esta profesión es la ilusión intrínseca a la periodista y, sobre todo, la búsqueda de recursos necesarios para monetizar el trabajo periodístico y poder realizarlo en condiciones óptimas.

Arista 3. Periodista especializada en derechos humanos

Cómo subsistir y vender la información a los medios

El momento más difícil para el freelance es colocar por primera vez un proyecto a los medios de comunicación. Ana Salvá se vio en la necesidad de trabajar en otros ámbitos para dar sus primeros pasos como profesional autónoma. “El verano antes de empezar con mi proyecto Buscando Historias estuve vendiendo en el Corte Inglés de Puerta del Sol. Busqué otras vías que no estuvieran relacionadas con el periodismo porque mi ingreso se triplicaba a lo que ganaba en unas prácticas profesionales”, afirma la mallorquina. Adentrarse en la aventura del freelance supone un análisis exhaustivo de las posibles pérdidas y ganancias monetarias. La periodista independiente, como autónoma, explica Ana Salvá, requiere de una inversión inicial lo suficiente elevada para poder subsistir durante los primeros meses de producción informativa.

Las claves de su éxito han sido la proactividad, perseverancia, sacrificio y la pasión por la búsqueda de nuevas historias. Sin embargo, su triunfo no hubiera sido posible sin su agenda de contactos, quienes le abrieron camino en los diversos medios de comunicación. Uno de los problemas a los que se enfrentan muchos de estos profesionales tiene relación con la forma en que se establece por primera vez algún tipo de colaboración. Ana Salvá considera que para hacer llegar sus trabajos a las empresas informativas hay que tener un carácter muy persistente. “En mi caso, me hice una agenda de editores y les iba proponiendo mis trabajos de manera constante”. La periodista recuerda los diversos rechazos que sufrió al principio de sus producciones, y que sigue recibiendo en su vida diaria. Aún así, insiste en que la persistencia y la defensa de un tema puede ser clave a la hora de transferir las piezas informativas.

Salvá concibe el periodista freelance como una empresa informativa que genera productos periodísticos y los intenta vender, “como si de una comercial se tratase”. Asimismo, con las tarifas establecidas por los principales medios de comunicación, el tiempo que requiere para un periodista la elaboración de cualquier pieza informativa no se ve reflejado en la remuneración que recibe. El precio que los medios de comunicación pagan por los reportajes varía en cantidades notables según el país donde se pretenda comercializar. “China es el país que más valora mis proyectos económicamente. En España, la cifra de un reportaje gira en torno a 120 euros, y en China se triplica, al pagar por palabras y no por reportajes”, apunta Salvá. De esta manera, muchos periodistas freelance expanden mercado en países extranjeros, debido a que ,en muchas ocasiones, no pueden costearse los recursos necesarios para cubrir informaciones en lugares fuera de España. “No me saldría rentable nunca hacer los reportajes aquí y venderlos solo en España”, explica la reportera.

Arista 3. Periodista especializada en derechos humanos

La rutina diaria de una reportera freelance

Ana Salvá se dedicó a cubrir información desde Asia y a publicarla desde el mismo continente. Según la periodista, “la manera de trabajar de un freelance depende mucho de los medios para los que colabores, el tipo de temas que cubras y la iniciativa de la propia persona”. El horario de la periodista autónoma se fragmentaba en dos lugares distanciados por más de 8000 kilómetros. Salvá comenta cómo tenía que estar pendiente del horario español, ya que sería el momento en que se podría poner en contacto con sus editores. Ahora que se encuentra en España es capaz de hacer esta labor a la inversa. “Tengo editores en la parte asiática, y al elaborar reportajes, puedo organizarme como yo deseo y no depender de los cambios de horarios”.

Por otro lado, la profesional afirma que la rutina de un periodista freelance depende también del formato periodístico que se genere. “Si realizas cobertura de breaking news debes estar cien por cien conectado en lo que sucede diariamente, lo que afecta de manera directa a tu vida cotidiana”. En detrimento de este género, cuando se realizan reportajes informativos se dispone de más recursos, tanto económicos como de tiempo y, además, la gestión de la rutina es mucho más autónoma. En este segundo género se suelen marcar fechas de entrega por parte de los editores, de ahí a que sea mucho más efectivo la organización del tiempo dedicado a la producción informativa.

Todas estas dificultades monetarias y de organización temporal lleva a diversos periodistas a querer distanciarse del ámbito freelance y a buscar con ahínco formar parte de un medio de comunicación convencional. “Es cierto que la libertad de cubrir la información que desee ya la he tenido y la sigo teniendo, sin embargo, nunca he disfrutado un salario fijo, de ahí a que muchas veces me plantee formar parte de un medio específico”. La carrera freelance se comienza con ilusión y con un remarcable amor por la profesión, aunque en ocasiones, resulta complicado gestionarlo a largo plazo. “Apostaría por trabajar en un medio porque mi rutina como freelance es bastante inestable en todos los sentidos”, afirma la periodista.

América Latina

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

Ángel Sastre

“El freelance es el futuro modelo de periodismo, las empresas no contratarán a gente si pueden ahorrarse la Seguridad Social”

Ángel Sastre es un periodista internacional especializado en zonas de conflicto. Su trayectoria profesional se caracteriza por la diversidad. Irak, Ucrania, Londres, Roma, Siria, Argentina, Venezuela, Colombia, Brasil, El Salvador, Palestina y Qatar han sido alguno de los países desde los que ha informado. Sus colaboraciones con diferentes cadenas españolas lo convierten en un experto del mundo freelance. El extremeño realizó un master de Periodismo Internacional en la Universidad Complutense de Madrid. Nada más finalizar fue premiado con la Beca Goya, una oportunidad que le abrió las puertas hacia el exterior. Londres se convirtió en su primer destino, donde Sastre confiesa haber “sobrevivido en unas pésimas condiciones, compartiendo piso con mucha gente”.
Un año más tarde, Argentina se transformaba en su segundo hogar, trabajando para medios como Onda Cero y Antena 3. “Tenía muy claro que mi sueño sería recorrerme toda América Latina y no quedarme únicamente en Argentina”, asevera. Hasta el día que las becas se acabaron y tuvo que sostenerse como autónomo buscando reportajes que cubrir, en especial de guerra o tipo social.
En 2016, su vida da un giro de 180 grados con su secuestro en Siria, donde el periodista asegura no haber perdido nunca la pasión, “en ese tiempo seguía planeando coberturas, ideando sus presupuestos o la colaboración con distintos programas”. Incluso cuando ya pensaba en la muerte, su mente se distraía con futuros proyectos, libros y reportajes que realizaría al salir de ese infierno.

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

La importancia del fixer

Dependiendo del destino y su lenguaje, puedes llegar a necesitar o no un fixer. Una persona de confianza que conoce el país y ayuda al profesional durante el viaje. Al inicio, para contactar con estas personas “de confianza” existen varios métodos, aunque con el tiempo continuas “creando tu propia agenda”. Sastre nos habla de conservar “varios grupos secretos en Facebook donde encontrar periodistas administradores que pueden ayudarte. Una vez dentro, escribes solicitando un fixer para que te pasen el contacto”. Los fixer no tienen acceso a estas conversaciones, pero los periodistas son quienes los conocen. “Cuando te mueves por territorios de guerra es complicado conseguir las cosas por uno solo, así puedes llegar a poner tu vida en manos de un fixer”, testifica Ángel Sastre. “Para la traducción del idioma esta figura resulta fundamental”.

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

La rutina de un freelance

Los periodistas tradicionales replican la mala gestión organizativa de sus empresas, con horarios descontrolados bajo el sometimiento de la presión informativa. A pesar de que los profesionales independientes no se encuentran ligados a horarios impuestos por la empresa, se precisa seriedad e implicación para llevar a cabo las piezas solicitadas. Ángel Sastre recomienda que lo primero que uno debe de aprender es el manejo de “las cámaras, la grabación, la edición, o locución en radio, escribir con propiedad, ya que los medios te obligan a trabajar con multitud de funciones”.

Ante la realidad actual, es necesario sopesar y conocer el panorama, “no salir a la aventura sin ningún conocimiento previo del país y su situación. Habrá que tantear el terreno e ir con una agenda de contactos ya hechos”. Una vez asentados, el periodista deberá estudiar qué medios están libres y con cuáles puede trabajar, “y ver si además puede conseguir algo paralelo como una beca o un trabajo alternativo que te permita sobrellevar las colaboraciones”.

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

La financiación de una pieza informativa

La cuantía aumenta según la situación de conflicto o el país en el que estés. Una crónica de radio “se paga por unos 40 euros, en televisión sobre los 300 euros si es un falso directo y si es en directo 200 euros”. El freelance confiesa haber ganado por un reportaje VTR editado (pieza informativa en formato de vídeo) entre los 300 a 350 euros en medios españoles, coincide con el resto de entrevistado en que “los (medios) extranjeros llegan a pagar más”. En prensa escrita, dependiendo de la plataforma se “puede llegar a pagar 100 o 150 euros por un reportaje de guerra”. Los semanarios de las grandes cabeceras nacionales como El País o El Mundo alcanzan “los 1.000 euros por cuatro o cinco páginas”. Mientras una crónica “varía desde los 50 hasta los 150 euros”, revela Sastre.

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

La presencia del freelance en los medios

La figura del autónomo a veces conlleva una imagen peyorativa, “ como una especie de pirata o mercenario que va por ahí con la botella de ron y una cámara en mano”. Ángel Sastre manifiesta el trabajo excepcional del freelance como profesional todoterreno “por la razón de no tenerlo tan fácil como las generaciones pasadas, en las que el periodista estaba acompañado por un cámara y un productor”. Los actuales directores de periódicos son por lo general personas mayores que nunca en su vida han salido del ámbito de las redacciones “y ven la realidad desde la televisión del despacho”. El periodista internacional observa una incomprensión total hacia “el esfuerzo y trabajo del freelance, los jefes no tienen ni idea de por lo que pasamos, sin preocuparles tu esfuerzo y cansancio”.

“Creo que las futuras generaciones no tienen más opción, cuando los propios medios están contratando autónomos”, opina el periodista. “Si quieres salir fuera no vas a tener otra alternativa que ser freelance”, sentencia Sastre. Ante el paro y la inestabilidad laboral en España, “la cuota de trabajo para los profesionales de la información va a ser cada vez menor, habrá que irse a lo multimedia o crear nuevos métodos”.

Arista 4. Periodista especializado en zonas de conflicto

Futuro

Durante los catorce años desvinculado de la tradicional redacción de medios, Sastre espera no haber llegado a su mejor momento. Tras recorrer gran parte de América Latina, haber sobrevivido a un secuestro en Siria junto a su compañero Antonio Pampliega y cubrir multitud de conflictos internacionales, asegura poseer “una colección de crónicas muy especiales”. Muchas de esas crónicas, “obtenidas en Venezuela, las coberturas de Mosul en Irak, el viaje a Siria que no olvidaría en la vida, cubrir el Open Arms en el Astral, o los mineros de Chile y muchas más historias como estas”.

Actualmente se encuentra enfocado en transformar la realidad a través del periodismo cómic, adaptando el texto y la cobertura a la animación. El profesional, ahora viviendo en Buenos Aires (Argentina) tiene algunos proyectos entre manos, entre ellos, un documental recién estrenado Morir para contar. Una película que se emite de forma gratuita por las universidades españolas, para concienciar a los futuros periodistas del panorama internacional al que se deberán de enfrentar.

Las realidades ocultas gestadas por los nuevos profesionales de la información invitan al comienzo de una nueva era. Cada vez son más los estudiantes que ven el freelance como una salida laboral inmediata, de manera que dejarlo todo por amor a la profesión es un viaje que muchos sueñan con emprender. Sin embargo, no es un mundo exclusivo de jóvenes en busca de nuevas experiencias y aventuras, sino que expertos de la información dedican sus días a encontrar la imagen, la historia o el reportaje perfecto que tenga cabida en la habitual dialéctica de la empresa tradicional y el periodismo de calle. Es, sin duda, el destino de muchos recién graduados y la circunstancia inesperada del clásico redactor. Los caminos no se bifurcan, sino que están cada vez más cerca de trazar un punto en común. Uno donde la labor antigua no sea lo evidente y las nuevas dinámicas una vía opcional, sino más bien el trabajo latente de una generación que clama un método dual para hacer frente a las exigencias comunicativas contemporáneas.

Un reportaje de:

Andrea Domínguez Torres

Andrea Domínguez Torres

Vanessa Lobo Nascimento

Vanessa Lobo Nascimento

Anielka Marrero Donate

Anielka Marrero Donate

Sara Tadeo Zerpa

Sara Tadeo Zerpa